En noviembre de este año, las empresas grandes se verán sometidas a la tercera auditoría energética tal y como establece el Real Decreto 56/2016 que traspone una directiva europea sobre la eficiencia energética y todo lo que tiene que ver con la ‘due diligence verde’ de las empresas.
La norma, que busca mejorar la eficiencia energética y reducir las emisiones de gases contaminantes del tejido empresarial de gran tamaño, establece que esta tipología de compañías debe someterse a una auditoría energética cada cuatro años.
¿Qué es una auditoría energética?
Una auditoría energética es un estudio exhaustivo del consumo y eficiencia energética de un edificio o instalación, cuyo objetivo fundamental es identificar oportunidades para optimizar el consumo y mejorar la eficiencia energética, lo que, a su vez, genera ahorros en costes y reduce las emisiones de Co2.
Dentro de la auditoría energética nos encontramos con una serie de fases que pasan por:
- Recopilación de datos como facturas e información sobre el uso y funcionamiento de los sistemas energéticos y equipos.
- Inspección física de aparatos energéticos del edificio o la instalación (sistemas de calefacción, ventilación, aire acondicionado, iluminación, etc.) para evaluar su rendimiento y eficiencia y detectar anomalías.
Con esta fotografía se realiza una serie de recomendaciones de mejoras técnicas para reducir el consumo energético, como la instalación de sistemas de control de iluminación, aislamiento térmico, paneles solares, etc. Recomendaciones que llevan aparejada una evaluación del retorno de la inversión.
A la empresa se le entrega un informe final en el que se diseña un plan de implementación de las recomendaciones.
El servicio de auditoría energética también incluye un seguimiento y verificación de los ahorros energéticos.
Factores que influyen en el precio de una auditoría energética
El precio de una auditoría energética varía en función de:
- Tipo de edificio o instalación: por razones obvias, el precio de una auditoría energética en un edificio residencial puede resultar más económico que uno industrial, dada su complejidad y/o necesidades de medición específicas que requiera de la intervención de personal muy cualificado
- Tamaño de la empresa: cuanta más superficie, más tiempo y recursos se necesitarán. Por tanto, el precio de una auditoría energética será mayor si se analiza una cadena de hoteles, por ejemplo, que si se audita uno de forma aislada.
- Antigüedad y estado de las instalaciones: cuanto peor conservado esté el edificio, mayor tiempo y esfuerzo puede requerir para una evaluación completa.
- Ubicación: como en cualquier valoración, la localización y la accesibilidad al edificio influyen en el coste del desplazamiento y logística del equipo auditor.
¿Es rentable una auditoría energética?
La pregunta se puede formular de otra manera ¿cuáles son las ventajas de una auditoría energética? Podemos identificar al menos cinco bondades de esta ‘due diligence verde’:
- Reducción de costes energéticos: identificación de ineficiencias y oportunidades para reducir el consumo de energía.
- Mejora de la eficiencia energética: optimización del rendimiento de los sistemas y equipos energéticos.
- Cumplimiento con la regulación vigente.
- Sostenibilidad: reducción de la huella de carbono.
- Aumento de la rentabilidad del inmueble.
En resumen, no se puede marcar una referencia de precio de una auditoría energética por activo pues confluyen estas variables:
– Superficie.
– Tamaño de la empresa.
– Forma de medición de gasto energético.
Si necesitas una auditoría energética para tu empresa, llámanos y te haremos una propuesta personalizada.