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¿Están los edificios preparados para aguantar la cantidad de nieve de Filomena?

Filomena y su clima extremo ha revolucionado por completo el centro peninsular. Las ciudades se han vuelto blancas llegando hasta los 40 cm de nieve en calles, parques y cubiertas de los edificios de Madrid. Observar la acumulación de enormes bloques de nieve en las cornisas ha despertado a más de uno cierto temor. Nuestra directora de Marketing y Comunicación, Susana de la Riva, aportó datos interesantes de cómo ha afrontado la edificación de Madrid esta inusual tormenta de nieve.  

La sobrecarga por metro cuadrado para la que están diseñados los edificios en Madrid es de 60 kg por metro cuadrado. Eso es la cifra sobre el papel, pero ahora veremos que, en la práctica, existe un margen aún mayor de seguridad.

Según se apunta en la Norma Básica de la Edificación y el Código Técnico de Edificación, que regulan la construcción de edificios en España, la nieve recién caída pesa unos 120 kg/m3 (metro cúbico) y la nieve prensada o empapada alcanzaría los 200 kg/m3. Si tomamos un espesor de nieve de nieve de 40 cm, tendríamos un peso equivalente a aproximadamente 50 kg/m2 de nieve recién caída y unos 80 kg/m2 de nieve prensada.

La sobrecarga por nieve que deben soportar los edificios en Madrid, como sabemos una de las ciudades más afectadas por la nevada, se estima en 60 kg por metro cuadrado con un coeficiente de seguridad de cálculo de 1,5, lo que quiere decir que in extremis la sobrecarga de nieve para la que están diseñados los edificios podría alcanzar los 90 kg por metro cuadrado. Si decíamos que un espesor de 40 cm de nieve equivale a 50 kilos/m2, estaríamos dentro ese paraguas de 60 kilos, 90 kilos máximo, que por normativa han de cumplir los edificios.

Pero, es que, además, esa referencia de resistencia tiene una consideración adicional que la amplía. Los elementos constructivos de un edificio (como son suelos, fachadas, cubiertas, etc…) tienen unos pesos propios muy elevados, que alcanzan los 300 kg por metro cuadrado y todos están aumentados con coeficientes de seguridad. De modo que se aumenta también en un importante margen de kilogramos extra lo que un edificio puede aguantar en su conjunto. Y, de hecho, pese a la intensidad de la nevada, no hemos tenido noticias de derrumbes de edificios en la ciudad de Madrid.

Sin embargo, sí se han producido algunos problemas en las llamadas estructuras ligeras, donde el riesgo de las sobrecargas de nieve es mayor. Las estructuras ligeras las encontramos por ejemplo en polideportivos y en cubiertas metálicas de pistas deportivas al aire libre. El peso propio de estas construcciones es ligero en comparación con los edificios habituales, por lo que no cuentan con kilogramos extra de margen, sino únicamente con los 60 kg, 90 in extremis, de estimación de sobrecarga por nieve. Y, cuando se supera esta cifra, se pueden llegar a producir desafortunados derrumbamientos.

Así que dentro de los inconvenientes a la movilidad que ha provocado esta gran nevada, la buena noticia es que los estándares de construcción contemplan este tipo de situaciones tan poco habituales y cuentan con una elevada calidad que garantiza nuestra seguridad. Si, como dicen algunos, estas situaciones se tornan más habituales, parece que, al menos, estamos preparados.

Imagen de Portada de Álvaro Araoz (Banco de imágenes Unsplah)

Aquí te dejamos su intervención completa

 

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