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Calificación energética G: qué significa y qué hacer

Igual que sucede con los electrodomésticos, las viviendas y los edificios también se clasifican de acuerdo con la cantidad de energía que consumen. ¿Cómo? Utilizando distintas letras para diferentes grados de eficiencia. Así, tenemos desde la calificación energética G, que es la de menor eficiencia, hasta la A.

Pero ¿todas las viviendas poseen este certificado de eficiencia energética? La respuesta es sencilla: no. Teniendo en cuenta que los certificados energéticos son algo “novedoso”, que se empezó a realizar en 2013, aún quedan muchas viviendas pendientes de calificar.

Aun así, ahora es obligatorio estar en posesión de este certificado para cualquier compraventa, alquiler o construcción, por lo que en este artículo vamos a explicar más detalles sobre él. Especialmente sobre la calificación de eficiencia energética G.

 

¿Qué supone obtener una calificación energética G?

Que un inmueble tenga un certificado energético G quiere decir dos cosas:

  1. De forma anual, consume una mayor cantidad de energía, comparada con la media nacional.
  2. Su validez es solo de 5 años, frente al resto de calificaciones que serían de 10.

Una vivienda con alta eficiencia energética tolera mejor el calor en verano y el frío en el invierno que aquella que carece de la certificación G. Esto se debe a las características de aislamiento y a su ventilación natural. A su vez, en ese espacio no se producen picos de temperatura, lo que mejora de forma considerable la calidad de vida de los habitantes.

 

¿Por qué mi vivienda o local ha obtenido una mala calificación energética?

La mala calificación se debe a que, al construirla, no se tuvieron en cuenta las medidas adecuadas de eficiencia energética de los edificios, por lo que se generan pérdidas. Pero ¿dónde puede estar el problema?

  • Mal aislamiento térmico de la superficie de contacto con el exterior o espacios no habitables. 
  • Ventanas con vidrio simple o ineficientes y sin rotura de puente térmico.
  • Sistema de climatización o producción de ACS ineficiente. 

Según el último informe del IDAE en 2019 (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía) sobre el estado de la certificación energética de los edificios, solo 1135 de los edificios de nueva construcción tienen esta mala calificación. Asimismo, en dicho documento se indica que la comunidad autónoma con más certificados energéticos G es Cataluña. Pero si nos centramos en los de nueva construcción, Canarias es la comunidad líder.

Consecuencias de obtener el certificado energético G para una vivienda

Obtener la calificación energética G no quiere decir que haya que realizar de forma obligatoria una reforma o que nos puedan sancionar. Este documento simplemente indica que la vivienda tiene un elevado consumo energético y que, por tanto, las facturas de agua caliente, gas y luz pueden ser elevadas. La mala ventilación y el mal aislamiento térmico pueden dar lugar a humedades o problemas de filtraciones. Por ello, la habitabilidad será peor que con una calificación energética de la vivienda más alta. Asimismo, el consumo de energía será mayor.

Por todo esto, puede suceder que el inmueble sea más difícil de vender. Y también hay que estar atentos a que la exigencia podría cambiar en un futuro próximo: la nueva regulación europea en la que se está trabajando establece un nivel de calificación mínimo para poder comprar o alquilar una casa. Es decir, que los inmuebles que no tengan al menos una letra E en su certificado no podrán ser comercializados, lo que obligará a realizar reformas de mejora para poder ser vendidos o alquilados. 

Consecuencias de obtener el certificado energético G para un local

La consecuencia principal de disponer de un local con la certificación energética G es que resulta menos deseable que uno de una calificación mejor. El motivo principal es que las facturas en calefacción, iluminación, aire acondicionado y agua caliente serán superiores. Es posible que incluso doblen el importe medio de este tipo de facturas.

Junto con una calificación energética G, se recibe un informe sobre el inmueble en el que se pautan las mejoras que se pueden llevar a cabo para reducir de forma considerable el gasto energético. De todas ellas, las que se ejecutan con mayor frecuencia por su efectividad son las que siguen:

  • Reemplazar las ventanas por unas de doble o triple hoja.
  • Revisar los sistemas de climatización del inmueble (caldera y aire acondicionado). 

 

Ventajas de mejorar la eficiencia energética para una vivienda

Entre los beneficios más reseñables que se pueden conseguir al mejorar la eficiencia energética, destacamos estos:

 

    • Mejora de la imagen corporativa al mostrar su compromiso con el medioambiente, lo que facilitará la obtención de una mayor audiencia.
    • Diferenciación y mejor posicionamiento frente a la competencia.
    • Reducción de gastos de producción y energía de forma mensual.
    • Mayor crecimiento de la empresa.

 

FAQ

¿Cómo se mide la calificación energética de una vivienda?

Mediante un certificado energético se cuantifica la energía que se consume en un año por la ventilación, la calefacción y el agua caliente sanitaria.

Los parámetros que se emplean son las emisiones anuales de CO2 y la energía primaria no renovable que registra la vivienda.

¿Qué es una vivienda tipo D?

Los edificios con etiqueta D tienen un consumo de energía moderadamente alto en comparación con los edificios más eficientes (etiquetas A, B y C). Pueden tener sistemas de calefacción y refrigeración ineficiente, ventanas de vidrio sencillo o mal aisladas, o equipos de iluminación menos eficientes. Los edificios con etiqueta D pueden ser menos costosos que los edificios más eficientes, pero todavía ofrecen ahorros significativos en comparación con los edificios menos eficientes (etiquetas E, F y G).

¿Qué letra es la de mejor eficiencia energética?

Una calificación energética A es la que hace referencia a las casas de consumo casi nulo. Suelen tenerlas las viviendas de obra nueva.

 

 

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