La relación entre coches eléctricos y casas será mucho más directa de lo que pensamos. La tecnología avanza a pasos agigantados permitiendo nuevas formas de comunicación entre elementos que hasta entonces estaban totalmente aislados uno del otro, como es el caso del coche y el consumo energético de una casa. ¿Cómo podrá tu casa ahorrar energía gracias a tu próximo coche eléctrico? ¿Será posible conseguirlo en un entorno confortable, que no exija estar conectando y desconectando cables?
El departamento de energía del Laboratorio Nacional Oak Rige en EEUU tiene en marcha un proyecto que pretende aprovechar la capacidad de almacenaje de energía de un vehículo eléctrico para usarla como fuente de energía en la casa. Para ello, han desarrollado un sistema bidireccional de 6.6 kW, denominado AMIE (Additive Manufacturing Integrated Energy), que permite que la casa comparta energía con el coche y viceversa. El proyecto cuenta, además, con el atractivo de que tanto la casa como el coche sobre los que se realiza el experimento han sido fabricados mediante impresión en 3D, Este sistema, que utiliza plástico reforzado con fibra de carbono, permite fabricar piezas de alta resistencia y con gran rapidez, con lo que sus impulsores confían que puede consolidarse como una alternativa interesante de construcción en unos años.
Este proyecto se encuentra en fase experimental, pero sus responsables confían en poder ofrecerlo al mercado en pocos años.
¿Cómo funciona el sistema? La casa cuenta con paneles solares que cubren las necesidades diarias en materia de energía para sus ocupantes (iluminación, calefacción, aparatos eléctricos, etc) y que, al mismo tiempo, sirven para cargar las baterías del coche eléctrico. En otras palabras, la casa puede alimentar el coche y el coche puede alimentar a la casa.
Lo ingenioso del sistema AMIE es que este flujo de energía bidireccional se realiza de forma inalámbrica gracias a la inducción. De esta forma, se eliminan las pérdidas de energía en la transmisión, y se consigue que el consumo energético de esta casa de laboratorio sea casi nulo y el impacto sobre el medio ambiente también. La eficiencia energética de este sistema se sitúa en un 85%, según los investigadores de este proyecto.
El 80% de los componentes de la casa han sido impresos en 3D.
La capacidad de almacenaje del vehículo en términos de energía es doble, Además de las baterías propias del coche eléctrico, cuenta con un depósito de gas natural, que aumenta la autonomía vehículo y que puede servir de depósito de emergencia para la casa en caso de que se quede sin electricidad en días nublados o por las noches.
La casa impresa en 3D no es más que un pequeño estudio de 20 metros cuadrados con una sola habitación y una micrococina, pero los responsables aseguran que este tipo de proyectos pueden contemplar casas más grandes. Para mejorar la eficiencia energética de esta pequeña casa se han empleado paneles especiales desarrollados por NanoPore y que prometen ser 7 veces más eficaces para mejorar el aislamiento de la casa que unos convencionales.
Todavía es pronto para que este tipo de casas impresas en 3D sean parte de nuestro concepto de vivienda, pero es muy interesante la forma en la que se conectan casa y coche para poder aprovechar mejor la energía y mejorar por tanto la eficiencia energética.
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