Para quienes no estén muy familiarizados con el concepto, hacemos un repaso rápido sobre qué cambios suelen realizarse a través una novación: ampliaciones o reducciones del CAPITAL prestado, ampliaciones o reducciones del PLAZO de amortización, cambio de los diferenciales de tipos de interés o, incluso, liberación o incorporación de garantías.
Dada la amplia duración de los préstamos para financiación de una vivienda, que abarcan prácticamente la vida laboral de una persona, ya que estamos hablando de préstamos que se firman a 30 años o más, parece claro que las condiciones laborales y económicas del solicitante del préstamo pueden cambiar respecto a la situación inicial bajo la que solicitó la hipoteca. Un escenario que está a la orden del día especialmente en épocas de crisis. Los cambios también coinciden con bajadas de los tipos de interés, con el objetivo de beneficiarse de un abaratamiento de la financiación a interés variable o para aprovechar buenas condiciones en hipotecas a interés fijo.
Los que nos indican los datos es que, en los momentos de crisis económica, las novaciones se incrementan. Las economías familiares afectadas pueden optar por ampliar plazo, que se traduce en cuotas mensuales más bajas, o ampliar capital sobre la garantía hipotecaria, por ejemplo, para disponer de liquidez. Si miramos qué sucedió en la crisis financiera de 2007, las novaciones registraron hasta diciembre de 2012 una tendencia creciente en número de firmas al tiempo que se reducía la cuantía promedio. Entre enero de 2013 y febrero de 2020 continuó esta tendencia de menor número de actos y la cuantía se estabilizó. El mínimo en el número de actos de novación inscritos data de julio de 2019.
¿Y qué ha ocurrido durante la pandemia? Durante los tres primeros meses de 2020 el número de novaciones de hipotecas sobre vivienda se mantuvo en línea con el año anterior. Fue en mayo de 2020 cuando comenzaron a incrementarse este tipo de restructuraciones financieras. En mayo, se registró un aumento del 74 % respecto al mes anterior. Y los meses siguientes continuaron aumentando el número de actos. En septiembre, se alcanzó un máximo, al registrarse un aumento del 260 % respecto al mes anterior.
El año 2020 cerró con 131.200 novaciones de hipotecas frente a las 32.600 del año 2019. Lo que supone ese incremento del 302 % que te señalaba al principio. En este aumento se quedan reflejadas las moratorias que aprobó el Gobierno para permitir que muchos ciudadanos pudieran dejar de pagar sus cuotas de préstamos hipotecarios durante los primeros meses de la pandemia.
La reactivación de la economía y el mantenimiento del empleo en la población serán claves para que el mercado hipotecario mantenga sus niveles de riesgo y no eleve las tasas de dudosidad, lo que se traduciría en unas condiciones más restrictivas para la concesión de crédito. Escucha la intervención completa de nuestra directora de Marketing y Comunicación, Susana de la Riva, en el programa Inversión Inmobiliaria en este enlace.
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