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El saldo vivo de crédito hipotecario en nuestro país ascendió a casi 500.000 M€

El pasado jueves 21 de octubre, en El Dato del Día con Tinsa, tomamos el pulso al saldo vivo de crédito hipotecario en nuestro país, es decir, la cuantía de los préstamos concedidos por entidades financieras a los hogares para la compra de vivienda, y que estaría todavía pendiente de devolución. Como comentó nuestra directora de Marketing y Comunicación, Susana de la Riva, ese dato ascendía en el primer trimestre del año a casi 500.000 millones de euros, concretamente 488.594 millones, según datos de la Asociación Hipotecaria Española.

El saldo vivo es el resultado de descontar al importe de las nuevas hipotecas concedidas las amortizaciones de las hipotecas finalizadas. Es decir, las que se terminan de pagar. Si a la cifra de crédito para compra de vivienda le sumamos los créditos concedidos a hogares para la rehabilitación y construcción, el total del crédito inmobiliario concedido a particulares ascendía en el primer trimestre de este año a 504.710 millones de euros. Una cifra contundente, que, puesta en contexto con la evolución histórica y el PIB español, se enmarca en unos parámetros más sostenibles que los que se registraron una década antes.

Concretamente, el crédito inmobiliario destinado a los hogares representaba el 45% del PIB español en 2020, unos 10 puntos menos de lo que suponía en 2007, en el momento álgido de la burbuja inmobiliaria. Sin embargo, el máximo en la relación entre el crédito inmobiliario a los hogares y el PIB se registró algunos años después, en 2012. El saldo vivo había seguido aumentando por el crecimiento de las rehipotecas y el freno en las cancelaciones, al tiempo que había disminuido el PIB por la crisis que arrastraba el país. En ese año, 2012, el crédito inmobiliario a los hogares llegó a representar el 62% del PIB, 18 puntos más que en la actualidad.

Según datos de la Asociación Hipotecaria Española, el saldo vivo del crédito inmobiliario a los hogares experimentó en el primer semestre de este año un crecimiento positivo por primera vez en una década. Un aumento tímido, eso sí, del 0,6%, pero representativo para evidenciar el dinamismo demostrado por la actividad hipotecaria en estos últimos meses.

Entre los factores que están influyendo en la contratación de nuevas hipotecas y en la velocidad de amortización podemos destacar dos. Por un lado, el entorno de bajos tipos de interés incentiva fuertemente la contratación de hipotecas tanto por particulares como por inversores, al tiempo que también propicia los cambios de entidad en las hipotecas antiguas para establecer menores costes financieros, lo que se traduce en amortizaciones más lentas y una ralentización de la disminución de saldo vivo. Y, por otro lado, hay que destacar la propia competencia creciente entre entidades, donde se incluyen también los nuevos perfiles Fintech (compañías tecnológicas financieras), que con una propuesta de menores costes fijos hacen más atractiva la contratación hipotecaria, sobre todo para perfiles más jóvenes, lo que incide en un incremento del saldo vivo hipotecario.

Ya para finalizar solo un apunte sobre un aspecto que va a dar que hablar en los próximos años y que, precisamente, va a centrar dentro de un rato el debate de tu programa, Meli. Me refiero a la financiación para la rehabilitación de viviendas. A marzo de 2021, existía un saldo vivo de 16.120 millones de euros financiados a hogares para actuaciones de rehabilitación, un 15% menos que a finales de 2017. Dada la necesidad ineludible de mejora energética del parque inmobiliario, todo apunta a que el segmento de crédito cobrará un mayor protagonismo en los próximos meses y años. A ello contribuirá sin duda el Plan de Ayudas para la mejora energética de edificios impulsado desde Europa para inversores y comunidades de vecinos, que cobrará su forma definitiva en las próximas semanas.

Parece claro que el mayor volumen de financiación verde impulsará el saldo vivo de crédito inmobiliario a los hogares, compuesto en su mayor parte por la financiación para la compra de vivienda. Una partida que, volviendo al dato que destacábamos al principio, te recuerdo que se situaba en 488.000 millones de euros en el primer trimestre del año.

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