Los cine-bus tuvieron un gran éxito en la década de los 60 y 70 en Gran Bretaña, pero ¿qué son?
1960, Tony Ben, el Ministro de Tecnología de Gran Bretaña, con el objetivo de dar a conocer las últimas innovaciones en materia de economía y productividad confió en el poder del cine y encargó siete cine-bus que recorrieron el país transmitiendo, en una época donde un mensaje era complicado de hacerlo llegar porque no existía Internet, consejos para aumentar la productividad basándose en la tecnología. Esta ambiciosa idea era fundamental para que Gran Bretaña superara la profunda crisis económica de la posguerra y que la recuperación fuera total.
Pero el proyecto se canceló en 1974 y el Gobierno Británico vendió los siete cine-bus que había comprado desapareciendo este movimiento de la historia, pero quedó uno, y sigue operativo, y su historia es de película:
En 2005, Oliver Salas, mientras estaba con un amigo en un pub, éste le comentó que el último cine-bus estaba a la venta. Al día siguiente, Oliver compraba la última unidad procedente de una pareja que lo había rescatado del campo en un estado lamentable (sin motor, ni caja de cambios y con el exterior y el interior muy deteriorados). El precio que pagó Oliver fue de 1.500 euros y tardó 2 años en poder restaurarlo con un presupuesto que alcanzó los 13.000 euros.
En la actualidad el último cine-bus está a la venta en Ebay por un precio de salida de 170.000 euros tras haber participado en numerosas películas, promociones y en exposiciones históricas. En estos últimos cinco años ha participado en series históricas, ha protagonizado numerosas noticias locales y nacionales en la BBC y su popularidad está en ascenso gracias a la fiebre por lo «vintage». Todo un negocio para su futuro propietario y que además se llevaría un «trozo de la historia de Gran Bretaña».
