Tras los meses de septiembre y octubre, en los que se acentuaron las caídas de precio coincidiendo con la llegada de la segunda ola de contagios del coronavirus, el mercado residencial estuvo más estabilizado en noviembre y diciembre, lo que ha permitido moderar el ajuste a la baja revelado tras el verano.
Si nos vamos a la estadística trimestral IMIE Mercados Locales, que publicamos la víspera de las campanadas de final de año, encontramos referencias sobre qué ha pasado en mercados más concretos, como, por ejemplo, las dos mayores capitales: Madrid y Barcelona. Es una estadística diferente a la del IMIE General mensual del que emana el dato nacional, y muestra que, según las tasaciones de Tinsa realizadas durante el último trimestre del año, Madrid ha abaratado la vivienda nueva y usada un 6,7% desde el inicio de la crisis sanitaria en marzo y un 6,3% en comparación con un año antes. En el caso de Barcelona, el ajuste a la baja desde el primer trimestre es del 5,2%, y del 5,8% en tasa interanual.
Estas dos grandes ciudades son mercados que ya habían comenzado en 2019 a estabilizar el crecimiento de precios, incluso en el caso de Barcelona, ya había registrado descensos interanuales en trimestres previos al estallido de la pandemia. Son mercados que sufrían tensión en los precios ante la desigual evolución entre precios de vivienda y salarios, especialmente en ciertos estratos de población. De ahí que en este contexto el ajuste haya sido más intenso que otros mercados donde la recuperación tras la crisis anterior era más reciente cuando se inició la crisis sanitaria.
En el último mes y medio, el mercado había atenuado la caídas en el precio de la vivienda. Y esto es algo que también se observa en el caso de estas dos grandes capitales. Tanto en Madrid como en Barcelona el valor medio de la vivienda nueva y usada se redujo solo un 0,9% entre el tercer y el cuarto trimestre, es decir, en tasa intertrimestral. También ciudades como Sevilla o Málaga moderaron el ritmo descendente en el cuarto trimestre. Y un buen número de capitales, hasta 24, registraron aumentos de precio de distinta cuantía respecto al trimestre anterior, como es el caso de Santander, Valladolid, Cuenca, Almería, Las Palmas, Valencia, Bilbao o Alicante.
En cualquier caso, es complicado hablar de tendencias, ya que la situación sigue siendo de completa incertidumbre. Tenemos noticias positivas como la llegada de la vacuna, pero también nos enfrentamos a una más que probable tercera ola de contagios (y ya hemos visto que el mercado se contrae en los momentos de shock sanitario), con posibles nuevas medidas restrictivas para la vida socia y económica. También falta visibilidad sobre hasta cuándo seguirán en vigor las medidas protección como los ERTE o las moratorias hipotecarias. Todo ello va a condicionar los plazos de recuperación del mercado inmobiliario y la intensidad de los ajustes que todavía se espera que continúen en 2021.
Aquí te dejamos su intervención completa