Esta dato es una décima menos que el crecimiento interanual registrado el mes anterior, en octubre, que fue del 4,3%. Si ampliamos las miras unos meses, hasta el mes de mayo, por ejemplo, el dato de evolución en el último año era del 4,8%. Es decir, un ritmo más intenso que el actual. Y si nos vamos a cuál era la situación hace un año, en noviembre de 2023, la estadística de Tinsa reflejaba por entonces un aumento del precio de la vivienda en tasa interanual del 7,7%.
La estabilización en el ritmo de crecimiento es evidente. La moderación de la demanda como consecuencia del encarecimiento del crédito, del endurecimiento de los criterios de concesión por parte de las entidades financieras y a causa de la mella que la elevada inflación ha causado en el poder adquisitivo de los hogares explica esta dinámica en los precios, que, pese a todo, no está mostrando ajustes bruscos, sino una moderación gradual.
Ello es debido a que, pese a todo, la demanda que no necesita financiación se está manteniendo activa. Hay inversión que se canaliza a la vivienda y también compradores solventes que siguen accediendo a la financiación. De ahí que, como comentábamos hace un par de semanas en esta sección las compraventas, y aunque en menor medida también las hipotecas, se mantienen en niveles por encima de 2019. Esta actividad explica que la vivienda siga aumentando de precio mes tras mes, en el caso de noviembre un 0,6% mensual.
Todos los grupos analizados, a excepción de las islas, vieron aumentado su precio medio entre octubre y noviembre. Los territorios insulares, que han sido los más dinámicos en evolución de precios en los últimos meses, registraron en noviembre una ligera caída de dos décimas en tasa mensual. Pese a ello, se mantienen como el grupo donde más se ha encarecido la vivienda en el último año: un siete y medio por ciento. El resto de grupo analizados incrementaron entre un 0,5% y un 0,8% sus valores medios respecto al mes anterior.
En estos momentos, el precio de la vivienda se encuentra en niveles de marzo de 2011. Desde que el precio medio en España tocara su suelo en agosto de 2015 tras la crisis financiera, se ha revalorizado un 39%. Proporción que en el caso del grupo ‘Capitales y grandes ciudades’ se eleva hasta el 47,1%. Por el contrario, el grupo que avanza más lento en la recuperación del valor perdido durante la crisis son los municipios más pequeños del interior (‘Resto de municipios’), donde el valor ha aumentado un 23,1% desde sus mínimos, es decir, la mitad que en las capitales y grandes ciudades.
En comparación con el ciclo anterior, el valor medio de la vivienda está un 18,3% por debajo de la referencia máxima que se alcanzó en diciembre de 2007, también con diferencias relevantes según el tipo de mercado: tan solo un 3,6 % de diferencia respecto a sus máximos en el caso de las islas y frente a una brecha del 28,4% en los municipios de interior.
Así lo contamos en el programa Inversión Inmobiliaria en Capital Radio .
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