Tasación de instrumentos musicales: ¿de qué elementos depende su valor?
El mundo de la música lleva asociadas numerosas actividades: desde la composición artística hasta la dirección de orquesta, la celebración de eventos culturales o la fabricación de instrumentos musicales, entre muchas otras. Precisamente, un campo muy cercano a la fabricación de instrumentos tiene que ver con el coleccionismo de los mismos, actividad que siempre ha despertado un gran interés y que es muy recurrente entre los clientes de Taxo que buscan realizar una tasación de instrumentos musicales o inventariar una colección.
¿Alguna vez te has preguntado cuánto vale un violín, un piano o un saxo?
La música gobierna nuestras vidas a través del lenguaje y la cultura, algo que podemos comprobar cada día. Como muestra, un botón: ¿te has fijado en la enorme cantidad de términos que usamos habitualmente y provienen de la jerga musical? Preludio, tesitura, lutier o la expresión a capela son términos que si bien tienen su origen en el ámbito -¡vaya! otro vocablo de origen musical- de la música, han visto expandido su uso a otros espacios artísticos e, incluso, al la esfera general de la vida cotidiana.
La tasación de instrumentos musicales es una tarea compleja que ocupa un lugar fundamental en el ámbito del coleccionismo y las subastas, por ejemplo. Cuando nos preguntan acerca del valor de un instrumento, siempre empezamos por hacer el mismo ejercicio; analizar para qué necesitamos saber el valor de un instrumento. Y es que hay mucha gente que simplemente busca saciar una curiosidad para lo cual basta con un mero cálculo que puede transmitirse, incluso, de forma verbal.
Sin embargo, si lo que necesitas es acreditar el valor de manera fehaciente de cara a hacer alguna operación importante -compraventa, aseguramiento, valoración de daños, autentificación, etc.-, estamos ante una tarea mucho más compleja que requiere la participación de un perito experto capaz de valorar todos los elementos de un instrumento concreto y certificarlos.
Para valorar los instrumentos musicales, no basta con decir cuánto costó un determinado instrumento en su momento -aunque mostrar el justificante de compra puede ser muy útil, sobre todo si no ha pasado mucho tiempo-. En este sentido, no obstante, cabe introducir un matiz, ya que hay casos de instrumentos que ven variar su valor al alza con el transcurrir de los años, para lo cual si bien el justificante de compra es útil porque aporta información relevante, hay elementos específicos que han de tenerse en cuenta para calcular el valor actual de un instrumento, como el fabricante, si se trata de una edición limitada y el estado de conservación, entre otros.
Como decíamos, el justificante de compra puede ser importante en determinados casos, pero hay otras situaciones en las que lo que se hace necesario es una valoración exhaustiva realizada por un perito experto. A través de una valoración, un músico o un coleccionista puede conocer el valor de un instrumento que le suscite interés pero del que desconozca el origen. Es el caso de aquellas personas que reciben un instrumento en herencia y desconocen tanto su origen como su autoría, su recorrido o su estado de conservación.
Todos estos datos, además de otros adicionales, son fundamentales a la hora de afrontar una compraventa o asegurar un instrumento o una colección, por lo que controlar esa información y poder acreditarla evitará futuros contratiempos al tiempo que permitirá dotarse de argumentos en determinadas situaciones, como por ejemplo una negociación para una compraventa.
La variedad de tipologías de instrumentos es enorme, ya que al margen de la clasificación básica de cuerda, viento o percusión, hemos de ser conscientes de que cada nicho cultural posee unos instrumentos determinados que son el resultado de sus raíces folklóricas y, por ende, poseen unas características exclusivas que los hacen únicos y genuinos. ¿Y qué decir de la variedad de instrumentos musicales caseros originales que vemos en ocasiones, como por ejemplo en las obras del grupo artístico Les Luthiers?
Por todo ello, y a modo de resumen, podemos decir que al hacer una tasación de instrumentos musicales podemos responder preguntas como ¿de qué está hecho un instrumento? -ojo a esta cuestión ahora que los instrumentos musicales con material reciclado se han puesto de moda-, ¿de dónde proviene?, ¿qué estructura tiene y qué partes de su estructura son originales y cuáles no?, ¿quién fabricó un instrumento determinado?, ¿cuál es su historia? o ¿cuáles han sido sus propietarios? Para responderlas, es preciso afrontar un proceso que bebe de disciplinas diversas como la valoración de muebles, la tasación de antigüedades y la expertización de obras de arte.
¿Qué hacer si sospechas que un instrumento tiene un valor especial? Lo primero, ¡habla con un perito!
Debemos tener claro que la tasación de instrumentos musicales es un proceso y, como tal, requiere que se vayan dando unos pasos determinados para asegurarse de que se obtiene un valor fiel a la realidad. Así, hay casos en los que un instrumento tiene un valor especial debido a su fabricante -¿sabías que un violín Stradivarius puede costar hasta 16 millones de dólares?-, su recorrido -puede haber pertenecido a algún personaje ilustre, lo que afecta a su valor- o a determinadas circunstancias que lo hacen único. En tal caso, es necesario un proceso similar al de una expertización de obras de arte, el cual nos permitirá atestiguar y certificar no sólo el origen y autoría del instrumento, sino todos los detalles acerca de su autor, si ha sufrido modificaciones, si posee piezas especiales y han sido sustituidas, si ha cambiado de propietarios en el pasado, etc.
Por este tipo de detalles, muchos instrumentos incluyen un certificado de autenticidad, el cual facilita no sólo el cálculo de valor sino cualquier operación que afecte al instrumento en sí. Sin embargo, en ocasiones es imposible acceder a este certificado, bien porque se ha extraviado, bien porque tenemos el certificado del instrumento pero creemos que éste ha sufrido alguna alteración en alguna de sus partes y necesitamos un nuevo certificado que recoja una nueva descripción detallada de todos los componentes nuevos. Además, como ya hemos dicho, el valor tanto de instrumentos como de componentes varía con el paso del tiempo.
En resumen, hay que subrayar que las tareas de expertización permiten demostrar el valor de un instrumento o de una colección, pero también detallar y certificar toda la información que los rodea a través de una autentificación, un peritaje, una tasación e, incluso, un inventario si fuera necesario.
Realizar una tasación de instrumentos o inventariar una colección son tareas fundamentales a la hora de contratar un seguro, operar en el mercado del arte, reclamar daños, robos o estafas, proceder al reparto de bienes en herencias y separaciones, hacer una venta de instrumentos musicales de segunda mano, realizar una compraventa, de cara a conciliaciones contables, para realizar pago de impuestos o para conseguir hipotecas y avales.