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Cada visado de rehabilitación genera 4 trabajadores en activo durante un año

Hoy toca poner en perspectiva la relación existente entre la actividad constructora y la creación de empleo, y, más concretamente, el efecto que genera la actividad de rehabilitación, que es una línea que se espera que tenga un importante recorrido en los próximos años gracias a la llegada de fondos europeos. Si analizamos la relación entre el número de visados de rehabilitación y reforma y el número de trabajadores en activo en el sector de la construcción, podemos estimar que cada visado de rehabilitación genera con 4 trabajadores en activo durante un año.

El sector de la construcción aglutina el 6 % de los trabajadores activos, según los datos más recientes de la EPA, correspondientes al tercer trimestre de 2021. Esto se traduce en casi 1,4 millones de trabajadores, que lo sitúan como el tercer sector productivo con mayor número de ocupados por detrás del sector servicios (64%) y de la industria (12%). El número actual de trabajadores en el sector de la construcción es la mitad que las cifras que se observaban en el año 2008. Si ahora están ocupados en la construcción 1,4 millones, cuando se produjo el pìnchazo de la burbuja inmobiliaria lo estaban 2,9 millones.

Tras el crack en el sector, la ocupación ha mantenido una tímida evolución desde el 2014 con apenas un incremento de 0,7 %, que equivale a 190.000 trabajadores. Por dos factores. Por un lado, una actividad constructora que se recupera a menor ritmo del que requeriría la demanda en algunas ubicaciones, y, por otro, una escasez de mano de obra tras la reconversión hacia otras actividades de los profesionales que quedaron sin trabajo en 2008.

Paralelamente, el número de visados de construcción se ha situado en 122.000 anuales en los últimos 5 años, de los que 36.500 se circunscriben a actividades de rehabilitación.

En 2020, tenemos por un lado 1,4 millones de trabajadores en activo en el sector de la construcción y por otro 114.000 visados, de los cuales 78.500 correspondieron a obra nueva y 35.500 a obras de rehabilitación y reforma. De la combinación de ambos indicadores obtenemos que 12 trabajadores es el número de empleos mantenidos durante un año por cada visado concedido, de los cuales 8 empleos corresponderían a obra nueva y 4 empleos responden a actuaciones de rehabilitación. Una proporción que se mantiene si se analiza el período 2017-2020.

El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima redactado justo antes de la pandemia, y que la llegada de fondos europeos debería ayudar a impulsar, se marcó como objetivo rehabilitar 1,2 millones de viviendas en la siguiente década, hasta 2030, lo que se traduce en un ritmo de 120.000 rehabilitaciones anuales de media. Llevado al mercado laboral, estaríamos hablando de 480.000 empleos. En el año 2030, cuando el plan estima alcanzar el mayor ritmo de actividad con 300.000 rehabilitaciones de viviendas en ese año, la traslación al mercado laboral serían 900.000 empleos.

No hay que perder de vista que estos son los números sobre el papel. Ahora habrá que ver si realmente la burocracia y la iniciativa privada permiten movilizar toda esa actividad rehabilitadora y, también muy importante, si el mercado laboral va a ser capaz de proporcionar tal cantidad de mano de obra, que ya en el momento actual está dando síntomas de escasez.

Aquí el audio completo de la intervención de Susana de la Riva, directora de Marketing y Comunicación de Tinsa

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