La pasada semana una botella de “vino amarillo” francés del 1774 alcanzó los 38.385 euros (49.304 dólares) de venta en una subasta celebrada en Ginebra, un precio basado en la antigüedad, el sabor y la calidad del caldo pero también en la familia productora y las historias que rodean a este delicado producto, un producto de la más elevada exclusividad. No es el único. Otras botellas de vino han superado incluso los 300.000 dólares y ahora aparecen dentro de la lista de los caldos más caros del mundo.
El precio de un vino depende de diversos factores relacionados directamente con la calidad, el tipo de la uva y los terrenos donde se cultivan, aunque en algunos casos el prestigio de los productores y del viñedo, los personajes ilustres que han probado el vino y las leyendas que aparecen en torno al caldo, pueden elevar el valor de una botella hasta cifras que para muchas personas son extremadamente elevadas.
Es el caso de la subasta celebrada el pasado 15 de mayo en Ginebra de una botella de “vino amarillo” del 1774 elaborado en los terrenos del Jura, al este de Francia, un lugar especializado en el cultivo de la cepa “savagnin blanc”, que la familia Vercel, una de las más antiguas productoras de vino de esta región, conservó durante ocho generaciones en una de las bodegas de Arbois.
Cuentan sobre esta botella que Louis Pasteur abrió un caldo del mismo pack en 1882 para celebrar su admisión en la academia francesa.
Sin embargo, el precio de la botella del Jura queda un tanto oscurecido a la sombra de otros vinos vendidos en subastas por sumas muy superiores. El vino más caro del mundo y que aparece en el Libro Guinness de los Records es un Cheval-Blanc del 1947, una variedad del Burdeos que alcanzó los 304.375 dólares en una subasta celebrada en Christie’s en noviembre del 2010.
De cerca le siguen otros caldos como un Chateau Lafite-Rothschild del 1869, subastado en Sotheby’s de Hong Kong y vendido por 232.000 dólares. Una botella del mismo viñedo, pero cosecha de 1787, alcanzó hace 27 años los 156.450 dólares en una subasta de Christie’s, en Londres. Su origen es dudoso y lo relacionan con la bodega del ex presidente Thomas Jefferson.
Fuera de la red de subastas también existen lugares de venta al público general que ofrecen botellas de vino inusuales, de cosechas antiguas, calidad contrastada y botellas limitadas. El Ritz de Londres sacó a la venta un Chateau d’Yquem de 1811, con un precio de 110.000 dólares que pagó un coleccionista privado francés.
También algunas tiendas especializadas ofrecen unidades de estos exquisitos productos por precios superiores a los 10.000 euros para los amantes del vino que deseen invertir en este tipo de botellas.
Fuentes de referencia
ABC. (2012). Vendida una botella de vino de hace más de doscientos años por 38.000 euros.
BBC Mundo. “La botella de vino blanco más cara del mundo”.
La Vanguardia. (15/05/2012). Vendida una botella de vino de hace más de doscientos años por 38.000 euros