¿Cuántas veces, paseando por la calle, te has parado a contemplar con detenimiento la belleza de una obra arquitectónica? Y de todas esas ocasiones, ¿en cuántas conocías el nombre del arquitecto que la hizo posible? Recientemente se ha producido el fallo del Pritzker 2013, considerado el premio de arquitectura más importante del mundo, así que es un buen momento para hacer un repaso de algunos de los galardonados, maestros que hoy proyectan y construyen esas obras de arte que nos hacen parar en seco si pasamos junto a ellas.
El prestigioso galardón debe su nombre al clan Pritzker, una familia que ha apoyado históricamente actividades educativas, científicas y culturales. Originarios de Chicago, popularmente conocida como la ciudad de los rascacielos, los Pritzker crearon en 1978 un premio con el que honrar a los arquitectos vivos más influyentes del momento y que en su primera edición, un año después, le sería otorgado al estadounidense Philip Johnson.
A lo largo de sus 34 años de historia, el premio ha reconocido la labor de arquitectos cuyo trabajo es objeto de admiración en todo el mundo. A menudo calificado como “Nobel de la arquitectura”, recibirlo no solo implica la condecoración con una medalla de bronce y una dotación económica de 100.000 dólares, sino que, además, supone el reconocimiento de toda la profesión.
Pero dentro de esa fascinante lista de más de tres décadas, aproximémonos a los premiados de los últimos años:
Toyo Ito (2013)
El arquitecto japonés ha sido el último en recibir el prestigioso reconocimiento, por haber sabido, en palabras del jurado, desarrollar y perfeccionar una “sintaxis arquitectónica personal que combina el ingenio estructural y la técnica con gran claridad formal”. Entre sus obras más populares están las Torres Fira, en L’Hospitalet. Una de ellas está dedicada a oficinas y su presupuesto rondó los 180 millones; la otra se utiliza como hotel y tiene 26 plantas.
Wang Shu (2012)
Torres Fira, en L’Hospitalet, diseñadas por el arquitecto japonés Toyo Ito.
Fuente: Wikimedia Commons
De origen chino, siempre ha sido muy crítico con la profesión por las demoliciones en las áreas urbanas. Sus diseños armónicos, entre las necesidades locales y la cultura, así como la importancia que tendrá China en la arquitectura mundial durante los próximos años, le sirvieron para ser el vencedor de la pasada edición.
Museo Ningbo, obra del arquitecto chino Wang Shu.
Fuente: Wikimedia Commons
Eduardo Souto de Moura (2011)
Su primer proyecto independiente fue para realizar el Centro Cultural de su ciudad natal, Oporto. Actualmente compagina su tarea de arquitecto con la de profesor en varias universidades de prestigio. El premio se le otorgó por realizar obras actuales sin olvidar la tradición.
Estadio de Braga, realizado por el arquitecto portugués, Eduardo Souto de Moura.
Fuente: Wikimedia Commons
Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa (2010)
Estos dos arquitectos japoneses, fundadores del estudio SANAA, recibieron el premio de manera conjunta en 2010. El jurado destacó la delicadeza y precisión de su obra. Además, sus edificaciones interactúan a la perfección con el contexto y las actividades que en ellas se realizan.
Rolex Learning Center, del estudio SANAA.
Fuente: Wikimmedia Commons
Peter Zumthor (2009)
De origen suizo, antes de arquitecto fue ebanista. La mayor parte de su obra está localizada en su país natal, aunque también ha dejado su firma en algunos países de Europa y Estados Unidos. Admirado por sus colegas, su trabajo destaca por ser centrado y determinado.
Las Termas de Vals es la obra más importante de Peter Zumthor.
Fuente: Wikimmedia Commons
Fuentes de referencia
The Pritzker Architecture Prize.
(2013) “Toyo Ito gana el premio Pritzker 2013, el Nobel de la arquitectura”, ABC.